A mi amigo Manuel:

La acuarela y el mar; discurso tantológico, las cosas en si mismas que hablan por ellas.

Colores disueltos en el agua, ese agua que se quiere representar y se representa a si misma. El océano en el que se sumerge el pincel. La última capa húmeda de la resaca de una playa, el brillo hundido en la arena y en el papel.

Superando el blanco, el cuadro ha comenzado, la derrota de la imaginación, está servida.

Ramón Lastra Acuarelista